domingo, 11 de diciembre de 2011

Gracias por venir

Hemos llegado a las 3333 visitas, y ante este bonito número sólo puedo responder con otro:


Pero ahora me gustaría hablar de cómo llega la gente aquí (aunque muchos solo me quieren por las imágenes, porque en ocasiones es muy gracioso.

  • La gran mayoría llegar buscando sobre Anita Delgado, maharaní de Kapurthala, de la cual hablé y que es la entrada más leída (muchos buscan también sobre sus joyas, o sobre las castas en la India); debe ser qué mucha gente busca a otra gente de ese nombre, si no no me lo explico. En el tintero (que aquí se llama borrador) dejé las otras entradas de la serie "Princesas de Barrio", que iba a dedicar a Liane de Pougy y a Lola Montes, y posiblemente allí sigan hasta que me haga su experta biógrafa.
  • Otros muchos llegan buscando sobre aquella maravillosa (dentro de sus limitaciones) que fue "El Príncipe de Egipto", de la cuál curiosamente, no he hablando nunca. Parece ser que tendré que hacerlo.
  • Muchos buscan información genérica sobre las Entreguerras y la Belle Epoque, especialmente en París y Berlín, y sobre muchos de sus protagonistas (de Nadar a Djuna Barnes; pero veo que las escritoras y pintoras lesbianas tienen especial tirón). Supongo que esto lo voy ofreciendo a retazos.
  • Se busca mucho sobre cabaret (y no es tan raro que se acabe aquí), y sobre canciones de la época.
  • Hay muchas búsquedas sobre mi querido George Grosz, del cuál nunca me cansaré de hablar; mucho de ello, en relación con el dadá.
  • Están los que buscan sobre Giorgio de Chirico, que suelen considerarlo surrealista; muchos buscan sobre Frida Kahlo, a la que consideran fea, y a la película, una mierda. Otros buscan a Miguel Ángel pintando mujeres desnudas; también les sirven las odaliscas de Delacroix.
  • Muchos quieren saber de La Corte del Faraón, ya sea de la película o de la zarzuela. Yo no escribí demasiado, pero es algo que tengo que hacer, y PRONTO.
  • Otros buscan sobre entradas concretas: la muñeca (NO "hinchable") de Oskar Kokoshka, Persépolis, Sita sings the blues, Mon Homme, Pescados con pelo, La Ópera de los Tres Reales, la Ruche...
  • Hay quien quiere saber sobre la Secesión Veneciana, que nombré una vez. Yo mismamente sé muy poco, y miren que he intentado documentarme incluso en su lugar de formación.
  • También hay una malsana obsesión por ver a Concha Píquer desnuda, y muchas menciones a cupletistas (¡y a muchas ni las he mencionado!).
  • Se busca menos de lo que creía sobre la sicaplipsis, y sobre sicalípticas cantantes; luego está lo de "sicalipsis metal" (que podría salir un género interesante).
  • Luego hay búsquedas completamente extrañas, o tan genéricas que no se cómo han podido acabar en mi blog: "paris caVaret 1900", "un burro ciego", "animación francesa princesa niña", "arte", "artista muy fea", "canciones católicas las gaviotas", "carátulas de dvd de cara a cara", "carátulas de dvd el regalo prometido", "cómo era el cine en 2002", "conclusión de el barbero de Sevilla", "cortes de cabello de 1926", "cotilleos sonados", "cuadros parisinos", "faraón egipcio", "fotos de comunión 1914", "ideas lujuriosas", "iglesia los castores", "josé rey de egipto para colorear", "pintar como una muñeca a una persona instrucciones", "la simpleSa de un dibujo", "llevaban princesas egipcias", "pinta futurista para mujer", "precio escaner 1934", "que ha pintado georgino", "un comic de la primera guerra mundial que fue en 1914y termina en 1918 que esten las letras en grande", "viviendas en centro de París"...
  • Y la que yo creo que es más curiosa, ya que tiene que haber salido de una curiosa indexación: "cuando el franquismo se prohibió el nombre Olga". Sobre el tema quise escribir, ya que sí debió prohibirse (yo tengo una tía con este nombre y el cura quería bautizarla como "María Olegaria" porque Olga era de rojos; al final se quedó en "María Olga").

De las búsquedas también se aprende, y sobre todo, se divierte uno: les animo a que compartan las suyas.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Nadar: elevando la fotografía al la altura del arte (V)


Las relaciones del retrato de Nadar con la Pintura

Hasta un momento de ruina, Nadar nunca se planteó el retrato fotográfico como una actividad con la que únicamente ganar dinero, ya que mantenía unas ideas estéticas muy concretas, que le alejaban de lo comercial, y que hicieron que sus fotografías fueran elevadas el rango artístico.

En términos técnicos, utilizó sobre todo la técnica del colodión*, lo que explica la cantidad de formatos que podremos apreciar en las próximas páginas; esta también hizo posible sus fotografías aéreas.

Nadar dijo en 1856 que cualquiera, en poco tiempo, podía aprender la técnica fotográfica, pero que el sentimiento de la luz (la forma en la que la luz recae sobre un rostro) no podía ser enseñado, y que ahí residía el talento del artista.

Ha existido un largo debate sobre si copiaba la pintura o no, y aunque es cierto que imitaba los cánones clásicos, estaba utilizando parra ello un medio completamente nuevo. Por otra parte, esta afirmación pierde sentido si tenemos en cuenta que la pintura del siglo XIX bebió en multitud de ocasiones de la fotografía: algunos se interesaron muy precozmente por ella, ya fuera como fotoaficionados (como Delacroix) o valiéndose de la fotografía para retratar con mayor precisión (Courbet). Además, muchos pintores (desde la época de Vermeer, gran usuario) habían alcanzado gran precisión en sus obras gracias al uso de la Cámara oscura, de Canaletto o Reynolds al propio Ingres: la fotografía no hizo sino perpetuar este uso.
Madame Baltard y su hija Paule (1836), dibujo "fotográfico" de Dominique Ingres

Con un estilo retratista simple y directo, Nadar utilizaba simplemente fondos lisos y neutros, con figuras de pie iluminadas por una enorme claraboya. A pesar de estos cánones algo clásicos, Nadar buscaba el realismo, y se negó en todo momento a colorear los retratos (costumbre  muy extendida), y a colocar adornos superfluos (excepto en los retratos de actores y cantantes caracterizados). Hasta la cesión de su taller a su hijo, sus obras no fueron nunca retocadas, sirviéndose únicamente de la iluminación y el gesto del modelo para intentar captar la personalidad de sus retratados.

La tradición de un fondo neutro y una iluminación claroscurista, que podríamos decir que en pintura empezó con Caravaggio, se perpetuó a lo largos de los siglos, pero no alcanzó una seriedad y sobriedad formal  hasta el Neoclasicismo, cuando desaparece el claroscuro intenso, dejando lugar a unas formas más perfiladas, y a unos fondos que no contrastan tan bruscamente con la figura.
La condesa de Sorcy (1790), de Jacques Louis David y Retrato de Joachim Wincklemann (1760), de Anton Raphel Mengs
Este estilo, y especialmente, la corriente academicista que derivó de él en los años posteriores, es el que más se asemeja a la obra de Nadar, y del que, al menos por su éxito y contemporaneidad, bebió seguramente a la hora de realizar sus composiciones. Mucho más detallistas y menos sobrias resultan las pinturas de Dominique Ingres y Federico de Madrazo, pero son las que he juzgado más similares a la obra de Nadar. En los retratos de ambos, pueden encontrarse abundantes analogías con la fotografía académica.

En el caso del retrato femenino, las fotografías más elocuentes resultan las realizadas a la gran Sarah Bernhardt. Destacan los escuetos, aunque poco habituales, elementos de atrezzo: la propia vestimenta de la actriz es importante, y con sus pliegues da plasticidad a la fotografía, y a su vez recuerda a la voluminosa moda femenina de mediados del XIX  (con esta tela no está sino imitando los caros diseños que llevaban nobles de toda Europa); y la pequeña columna, utilizada como soporte para el brazo de Sarah.
Sarah Bernhardt por Nadar ¿1870's?
La postura, tremendamente similar a la que vemos en las obras de Ingres (La condesa de Haussonville, 1845, a la derecha) y Madrazo (La condesa de Vilches, 1853, a la izquierda), destaca el carácter pensativo de la actriz, así como la forma del rostro, que en el caso de la fotografía está peor iluminado.

Por otra parte, la mujer, con mirada desenfadada, está apoyada en un soporte, tal como encontramos en la obra La Princesa de Broglie (1853), de Ingres (abajo a la izquierda).

Una última foto, esta vez en pie, comparte muchas características con el retrato de Isabel II que realizó Federico de Madrazo, aunque al tratarse este de un retrato regio, incluye también elementos de poder ausentes en la obra de Nadar. Como curiosidad, en todas estas pinturas, el vestido es azul, aportando una gran luminosidad. ¿Lo sería también la tela que cubría a Sarah Bernhardt?


Analizar el retrato masculino es mucho más complicado: Nadar hizo demasiados y Madrazo e Ingres no hicieron muchos que estuvieran exentos de elementos regios. Suele citarse el retrato de Monsieur Bertin (1832), de Ingres, como el arquetipo de retrato burgués moderno; un fondo neutro, sobre el cual destaca, sentado en una silla, Monsieur Bertin, que fue retratado sin concesiones de ningún tipo: en su vejez, y con una pose decidida que determinaba su personalidad. Ambas características fueron consideradas como gestos vulgares.
Sin embargo, esta fuerte expresión y retrato psicológico fue lo que cultivó Nadar en la mayoría de sus retratos, aun cuando esto no embelleciera al personaje. Debajo, vemos varios ejemplos: son los retratos de Edouard Manet, Gioachino Rossini y Alejandro Dumas.

En el Retrato de Nicolás Salmerón, de Madrazo, encontramos a un personaje sentado, con mirada seria y decidida, cosa que se repitió en muchas obras de Nadar, como el retrato de Joseph Proudhon o Gérard de Nerval, que vemos debajo.


Podríamos establecer múltiples analogías más, pero creo que los parecidos ya resultan más que obvios.


* Técnica (inventada en 1851 por  Frederick Scott Archer) que reducía el tiempo de exposición hasta 15 veces (del mejor de los daguerrotipos), permitiendo acercarse a la imagen instantánea. Permitía la aplicación sobre diversos soportes (vidrio, cuero, papel, hierro…), lo que la hizo aún más popular.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Nadar, elevando la fotografía a la altura del arte (IV)


Biografía y mayores logros (III): una  vida de trabajo


En 1871, tras La Comuna de París, Nadar quedó arruinado, y tuvo que abandonar gran parte de su estudio, quedándose solo la planta baja. Volvió entonces a la la fotografía, pero sobre todo, para realizar trabajos que le asegurasen su subsistencia. Tuvo entonces que dedicarse, además de continuar con los retratos, a otros menesteres, como la fotografía erótica (de la que también fue pionero), o la fotografía médico-científica (también la inventó):
  • La fotografía de investigación científica. Se considera también que Nadar fue su inventor, aunque nos quedan pocos ejemplos de fotografías: ejemplo bastante conocido son estas, del examen médico de un hermafrodita, llevado a cabo en París en 1861.


Son innombrables las aplicaciones de esta disciplina, pero la más inmediata fue su aplicación en la enseñanza (sobre todo en el campo de la anatomía y la histología), desde la más avanzada (científicos de todo el mundo podían, de forma gráfica, estar al corriente de los últimos y extraños casos clínicos) a la universitaria (lo que suponía un ahorro económico muy importante para las universidades), pasando por la de simple divulgación, en la que los aspectos más mundanos de la ciencia podían ser mostrados al público mayor. Por otra parte, no podemos olvidar el vínculo entre ciencia y fotografía (no sólo por sus orígenes y fundamentos químicos): si Ramón y Cajal no hubiera sido aficionado a la fotografía, probablemente no hubiera podido ayudarse de colorantes en sus investigaciones, y los avances en el campo neuronal hubieran costado muchos años más.
  • La fotografía erótica. Aunque esta es la atribución más discutible, se ha reconocido a Nadar como el inventor de la fotografía erótica desde un punto de vista artístico. Sin embargo, se conservan muy pocas imágenes suyas de este género; la mayoría corresponder a actrices y bailarinas, tal como era habitual. Podemos ver aquí una de ellas.

Hubo varias posiciones con respecto a la fotografía que incluía cuerpos humanos desnudos: desde la supuestamente exenta de erotismo (por ejemplo, la obra de Félix-Jacques Moulin, quien decía concebir sus fotografías de desnudos como meras naturalezas muertas*) hasta la meramente pornográfica, dedicada sobre todo a la publicidad de los negocios sexuales**. También hubo quien reclamó su utilidad en el ámbito de la pintura, ya que permitía ahorrar grandes costes a un pintor al poder prescindir de modelo. En un tono intermedio, aunque más cercano a la primera, tenemos que entender la obra de Nadar.

Las bañistas (c.1853), de Moulin

La representación del cuerpo humano con fines eróticos ha sido una constante en la historia, pero con la fotografía se alcanzaban unas cotas de realismo mucho más prácticas que la pintura: la fotografía erótica resultaba más barata, fácil de crear (no hacía falta más que una modelo, una cámara y unos pocos minutos), fácil de difundir (tras la popularización la técnica del negativo, podían obtenerse muchísimas copias) y fácil de esconder (debido a su pequeño tamaño, mucho más que cualquier pintura con tonos eróticos).

En ocasiones se cita al propio Daguerre como inventor de la fotografía erótica, ya que en 1837 tomó una fotografía a una escultura de estilo clásico. Sin embargo, no se sabe quién ni cuando realizó la primera fotografía de un desnudo real; ya en 1845 comienzan a aparecer daguerrotipos eróticos de pequeño tamaño. Rápidamente aparecieron también escenas explícitas (imágenes de genitales, relaciones sexuales tanto heterosexuales como lésbicas…). Pero esta, es otra historia.

¿Se referirán los libros a esta imagen del estudio de Daguerre? Espero que no.


Sigamos con la vida de Nadar.

En abril de 1874, se celebró la primera exposición de los Impresionistas en el estudio de calle Saint-Lazare. Suele atribuírsele la organización; sin embargo, en estos momentos de su vida, Nadar solía alquilar su estudio. Es probable que sugiriese u ordenase al arrendador acoger a los impresionistas, pero en cualquier caso, no fue el organizador.


En 1886 Nadar acompañó a su hijo, Paul Tournachon, a realizar una entrevista del químico Eugene Chevreul, y aprovechó para hacer fotos. Este trabajo doble, publicado el 5 de septiembre en el Journal Illustré, puede considerarse el primer reportaje fotográfico realizado al mismo tiempo que la acción que se narra (la técnica de la recreación ficticia si que estaba más explorada): inagura con esto, otra importante rama de la fotografía.


Las fotos existen en mayor calidad, pero así pueden hacerse una idea del reportaje fotográfico.

En honor a la verdad, esta fue una invención parcial: ya en la Guerra de Crimea se habían realizado algunos daguerrotipos, pero fueron publicados en los periódicos en forma de grabado, ya que las innovaciones de la imprenta necesarias para que pudieran imprimirse publicaciones con fotografías no se llevaron a cabo hasta las dos últimas décadas del siglo XIX; hasta entonces, algunas publicaciones incluían fotografías pegadas, en lo que fue pionero William Fox Talbot.

De 1887 a 1894, se instaló en una casa solariega en el Bosque de Sénart donde acogió a sus amigos necesitados, aunque él mismo está arruinado. En 1894, con 77 años, Nadar decidió probar fortuna de nuevo: dejó a su hijo la gestión de sus asuntos en París, y fundó un estudio fotográfico en Marsella. Apodado el “deán de los fotógrafos franceses”, consiguió de nuevo la gloria en la Región de Marsella, además de trabar amistad con el escritor Federico Mistral.

Su hijo Paul, le organizó una exposición retrospectiva para la Exposición Universal de París de 1900, que fue un éxito total. En 1904, Nadar volvió a París. Fallecerá allí el 21 de marzo de 1910, a punto de cumplir 90 años.

Así, el año pasado, se cumplieron 100 de su muerte; considero que no se realizaron suficientes homenajes. Este trabajo es anterior a esas fecha: quizás ahora, hubiese redactado uno muy diferente. En las siguientes entradas intentaré recuperar algunos de sus retratos más memorables, así como explicar las relaciones de su obra con la pintura de la época.

*No obstante, hay que aclarar que gran parte de su trabajo fue censurado y retirado por obsceno, y que él mismo fue condenado a un mes de cárcel. Los archivos judiciales lo describieron como “tan obsceno que incluso el pronunciar los títulos (…) sería ya cometer una indecencia”.
** El primer estereoscopio con desnudos data de entre 1838 y 1842. Rápidamente se convirtió en algo muy extendido y popular.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Nadar: elevando la fotografía a la altura del arte (III)


Biografía y mayores logros (II): una historia de altos vuelos

Tras comprarse la cámara, Nadar se centró en la retratística, y en su nuevo estudio, de la calle Saint-Lazare, se dedicará a fotografiar a las élites de las letras, la política e incluso de la Iglesia. Pero a esta actividad dedicaremos varias entradas dentro de muy poco.

En 1854, se casó con Ernestine, una joven de familia rica y protestante; a pesar de ello continuó ofreciendo hospitalidad a sus numerosos amigos, como hacía en su época bohemia. En aquella época, litiga con su hermano menor Adrien, que se había lanzado también al mundo del retrato, y que quiso adoptar también el nombre de Nadar; nuestro protagonista acaba perdiendo el juicio.

Autorretrato en su globo, Nadar.

Nadar deseaba que la cámara fotográfica pudiera transportarse con facilidad, tal como sucedía con los caballetes de los pintores, por lo que, apasionado de las nuevas tecnologías empezó a experimentar y a hacer fotos desde un globo. Fue, en 1858, el pionero de la fotografía aérea, realizando la primera foto aérea de París, desde 80 metros de altura, sobrevolando Petit-Bicêtre. Con esta fotografía, la primera de toda una  serie, se inagura toda una nueva disciplina, la de la fotografía aérea, que abrió también la veda para algunas de las ramas más productivas de la fotografía: la militar y la científica.
  • Como veremos a continuación, el gobierno francés pronto se dio cuenta de las aplicaciones de la fotografía en el campo de la guerra, y desde sus principios fue utilizada con fines cartográficos, muy necesarios para conocer la situación del enemigo. 
  • Por otra parte, son incontables las aplicaciones científicas de la fotografía aerea: desde las de carácter cartográfico (con las consecuentes mejoras en estudios geográficos, geológicos, ecológicos, agrícolas…) hasta las predicciones meteorológicas, pasando por la arqueología, el urbanismo...
Primera fotografía aérea (1858), con los nombres de las calles escritos a mano.
Serie de fotografías aereas de París; en muchas de ellas puede verse el Arco del Triunfo.


En 1860, notó que le hacía falta más espacio y se trasladó a un nuevo y gran estudio en el Boulevard des Capucines, que se anunciaba al público con un enorme cartel luminoso, que funcionaba con gas. Ese mismo año, comenzó a experimentar con la iluminación artificial en fotografía, siendo de nuevo el primero en algo: realizaría impactantes, y sorprendentemente nítidas, fotografías de las cloacas y las catacumbas de París (aquí les incluyo una brevísima selección).


Resulta curioso que a nadie se le hubiera ocurrido la simple idea de colocar una lámpara eléctrica para iluminar una habitación oscura. Sea como fuere, sin esta ocurrencia no podria concebirse la fotografía con grandes claroscuros, mucho más propia del siglo XX, ni mucho menos, cualquiera realizada en un ambiente oscuro*. 

El desastre de El Gigante.


En 1863, fundó la Sociedad de estímulo de la navegación aérea en medios más pesados que el aire. Se hizo construir un inmenso globo aerostático, El Gigante: medía 40 m de altura, contenía 6000 m3 de gas, y la góndola tenía dos pisos: podía llevar hasta 50 pasajeros y tenía su propia sala de revelado. El primer vuelo del globo, tuvo lugar el 4 de octubre, y salió de París con 13 personas a bordo. Sin embargo, el globo perdió altura rápidamente y aterrizó en Meaux, a menos de 100 km. El segundo vuelo partió de París el 18 de Octubre, y sólo llegó hasta Hannover, donde tuvo gran dificultad para aterrizar y fue arrastrándose durante 16 km. Nadar y su esposa salieron gravemente heridos, quedando ella hemipléjica. Realizó varios intentos más, pero ya no contaba con el beneplácito (ni el dinero) del público, así que paró durante un tiempo su aventura aérea. En 1867, junto a otros apasionados del tema, fundó la revista El aeronauta.

Las aventuras de Nadar dejaron una profunda huella en Julio Verne, que se inspiraría en él para escribir  Cinco semanas en globo (1862). Además, uno de los héroes de De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1869), Michel Ardan, fue planteado como un Nadar ficticio (además, Ardan es un anagrama de Nadar).

En 1870-1871, durante El Sitio de París por los alemanes, creó de su propio bolsillo la Compagnie d’Aérostiers, junto a Camille Dartois y Jules Duruof, con el fin de construir globos militares para ponerlos  a disposición del gobierno. Establecieron su campamento base en la plaza de Saint-Pierre, al pie de Montmartre, hoy considerado lugar de nacimiento del correo aéreo.

En principio construyó tres globos (el George-Sand, el Armand-Barbès y Louis – Blanc), que permitían vigilar al enemigo, establecer relaciones cartográficas y enviar correo. Fue precisamente a bordo del Armand-Barbès donde León Gambetta, ministro del Interior, abandonó París el 7 de octubre de 1870, con dirección a Tours, para preparar ahí la resistencia contra el enemigo. En apenas cuatro meses, se construyeron un total de 66 globos, 5 de los cuales fueron capturados por el enemigo. Se puede decir que fue así como nació, oficialmente, la Industria Aeronáutica. Con dos de sus maquinas, "Neptune" y "Strasbourg" Nadar fue el encargado de estudiar los desplazamientos del enemigo.
El Neptune, en la plaza Saint-Pierre



* Necesaria para esta, pero consecuencia del invento del Nadar, fue la invención en 1864 del flash fotográfico, pero que por sus precios prohibitivos no se generalizó hasta la década de 1880. Estos primeros flashes, además de caros, resultaban muy peligrosos debido a su carácter explosivo, ya que funcionaban con una ignición de polvo de magnesio. 

Nadar:elevando la fotografía a la altura del arte (II)


Biografía y mayores logros (I): entre periódicos y trincheras.

Gaspard-Félix Tournachon nació en París en 1820, y murió en la misma ciudad 90 años más tarde. Conservamos numerosas fotografías de su apariencia, pero resulta especialmente literaria la descripción que de él hizo Julio Verne en De la Tierra a la luna, cuyo personaje, Michel Ardan, estaba profundamente basado en Nadar.
“Era éste un hombre de cuarenta y dos años, alto, pero cargado de espaldas, como esas cariátides que sostienen balcones en sus hombros. Su cabeza enérgica, verdadera cabeza de león, sacudía de cuando en cuando una cabellera roja que parecía realmente una guedeja. Una cara corta, ancha en las sienes, adornada con unos bigotes erizados como los del gato y mechones de pelos amarillentos que salpicaban sus mejillas, ojos redondos de los que partía una mirada miope y como extraviada, completaban aquella fisonomía eminentemente felina. Pero la nariz era un dibujo atrevido, la boca perfecta, la frente alta, inteligente, y surcada por un campo que no ha estado nunca inculto. Un cuerpo bien desarrollado, descansando sobre unas largas piernas, unos brazos musculosos, que eran poderosas y bien apoyadas palancas, y un continente resuelto, hacían de aquel europeo un hombre sólidamente constituido, que más parecía forjado que fundido, valiéndonos de una de las expresiones del campo metalúrgico” - Julio Verne, descripción de Michel Ardan en De la Tierra a la Luna (1865).
Autorretrato, por Nadar.


Nació en el seno de una familia de origen lionés afincada en la capital. Hijo de un impresor y librero, Victor Tournachon, sufrió los numerosos reveses económicos de su padre, teniendo que frecuentar diferentes internados. Tras la muerte del padre en 1837, Gaspard-Félix comenzó a estudiar medicina en Lyon,  pero se vio obligado a abandonar los estudios para poder trabajar y mantener a su madre y su hermano pequeño.

Trabajó, desde los 18 años, en varios periódicos lioneses, antes de volver a instalarse en París, donde colaboraría en varios petites feuilles. Nadar se decantó entonces por la actividad periodística y por la caricatura. Le Corsaire imprimió sus primeros cuentos y Le Charivari , sus caricaturas. Junto a Polydore Millaud fundó La Audiencia, un periódico judicial, y frecuentó la bohemia parisina, juntándose, entre muchos otros, con Gérard de Nerval, Charles Baudelaire y Théodore de Banville. Sus amigos artistas, le apodaban Tournadar, debido a su costumbre de añadir a la última palabra de cada frase la terminación dar: de una manera graciosa, esto acabó convirtiéndose en su pseudónimo, Nadar.

Pero la vida era dura y Nadar sobrevivió como pudo: escribió novelas y dibujó caricaturas. Gracias a la ayuda financiera de un amigo, se lanzó, a los diecinueve años, a la aventura de la crear una prestigiosa revista, El libro de oro, de la que fue redactor. Consiguió que participaran en ella gente como Balzac, Dumas, Teófilo Gaultier, Nerval, Gavarni y Daumier. Desgraciadamente, dejó de editarse al noveno número, a pesar de un éxito considerable.

Políticamente hablando, Nadar era un republicano convencido y pertenecía al grupo de intelectuales simpatizantes con la Revolución del 48. En 1848 se alistó en la Legión Polaca, para prestar socorro a dicho país: ahí fue hecho prisionero y, testarudo (o increíblemente íntegro), rechazó la repatriación gratuita, y se vio obligado a trabajar en una mina para poder pagarse el viaje de vuelta a París, que para más inri, realizó a pie. Además, durante el largo viaje fue también capturado por oficiales prusianos.

A su vuelta, el gobierno provisional solicitó su colaboración, y el jefe de gabinete del Ministro de Exteriores le contrató como agente secreto. Su sed de aventuras, a pesar de la experiencia polaca, le llevó a seguir los movimientos de las tropas rusas en la frontera con Prusia.

De vuelta a París, retomó sus actividades como caricaturista en periódicos pequeños, haciéndose poco a poco un nombre. A partir de 1851, se dedicó a un gran proyecto, el Museo de glorias contemporáneas, para el cual, con la ayuda de varios colaboradores, reunió a los grandes hombres del momento con el fin de dibujarlos, y muchas veces los fotografío primero. El conjunto de este trabajo, incluye a más de 300 hombres ilustres de la época, con un total de más de 1000 viñetas, y constituye un panteón que le aportará mucha fama, bajo el nombre de Panteón de Nadar.



Honoré de Balzac, Charles Baudelaire, Gustave Doré
Théophile Gautier, Edmond de Goncourt, Victor Hugo

Prosper Merimée, Henry Murger, Jacques Offenbach

En un momento de debilidad económica, se vio animado por su amigo el escritor Eugéne Chavette a comprarse una cámara, y así empieza su actividad como retratista.

Continuará...

Nadar: elevando la fotografía a la altura del arte (I)


Aunque seguramente mi trabajo comparta título con un tropel de folletines y de entradas de blogs, es inevitable admirar la premonitoria pericia que tuvo Honoré Daumier cuando realizó esa litografía. Aunque el Gigante, el gran globo de Nadar poco tuviera que ver con el de la caricatura, Gaspard-Felix Tournachon, Nadar consiguió elevarse por encima de las decenas y decenas de estudios fotográficos de París. No solo realizó las primeras fotografías aéreas, las primeras fotografías con iluminación artificial, las primeras fotografías eróticas o el primer reportaje fotográfico, sino que retrató con minuciosidad una compleja sociedad de vital comprensión para cualquier historiador, historiador del arte, filósofo, teórico político, o incluso, amante de las artes escénicas.

Nadar elevando la fotografía a la altura del Arte (1869), por Honoré Daumier


Pero como la historia ha demostrado, Daumier también acertó en que, a partir de Nadar, la fotografía iba alcanzar nuevos límites, y podría incorporarse, por fin, al campo de estudio artístico. Este esfuerzo que comenzó con Nadar, se vería continuado durante los siguientes siglos XIX y XX, y hoy en día, la fotografía es una de las disciplinas artísticas más reconocidas, libre de los elitismos que sufren muchas otras.

¿Por qué elegí a Nadar? Tournachon es uno de los grandes hombres de la historia de la fotografía, pero no es ni mucho menos el único. Además del abundante y fácilmente accesible material, elegí un fotógrafo francés por dos razones: Francia fue la cuna de la fotografía, así como el lugar natal de la gran mayoría de movimientos artísticos importantes del siglo XIX. Aunque en esta primera criba tuve que prescindir de los Pictorialistas Americanos, y de figuras como William Fox Talbot, Lewis Caroll, Oscar Reijlander o Julia Margaret Cameron, mucho más difícil fue decidirme entre Niépce, Daguerre, Le Gray, Disdéri y Nadar.

Niépce inventó la fotografía, sí, pero utilizó un sistema (la heliografía) que pronto resultó caduco, todo lo contrario que Louis Daguerre, cuya invención del daguerrotipo le confirió una gloria que sus fotografías nunca llegaron a alcanzar. Gustave Le Gray realizó propuestas interesantes, pero quedó brutalmente eclipsado por Disdéri y Nadar. La figura de Adolphe Disdéri resultaba particularmente interesante: fotógrafo oficial de Francia, teórico fotográfico y dueño del estudio más grande y productivo de París.

¿Qué encontré en Nadar que no tuviera el anterior? Nunca alcanzó un cargo oficial, ni escribió tratado alguno y estuvo muchas veces al borde de la quiebra. Sin embargo, su eficaz sencillez compositiva, sus múltiples invenciones y descubrimientos, su honradez y realismo fotográfico, y, sobre todo, su relación con la bohemia parisina, hicieron que la figura de Gaspard-Felix Tournachon resultara altamente irresistible.

En este trabajo, que no es de carácter técnico (y pido disculpas anticipadas por mis posibles errores), pretendo, como futura historiadora del arte, investigar y situar al lector sobre la vida y obra de este ilustre personaje, así como la apasionante sociedad en la que trabajó y sus aportaciones a un campo a menudo infravalorado. “Quand même!”, como solía decir él mismo.

Autorretratos girando (c. 1865), Nadar





Esta es otra serie de artículos, adaptados de un trabajo de 2º de Carrera, cuando poco sabía de Sociedad y apenas nada de Fotografía. Pero creo que nunca recibió ni la atención ni la calificación que merecía, así que aquí lo pongo a disposición de a quién le pueda interesar, porque hay pocas páginas consistentes en español. Gracias por leer.