Aunque
seguramente mi trabajo comparta título con un tropel de folletines y de
entradas de blogs, es inevitable
admirar la premonitoria pericia que tuvo Honoré Daumier cuando realizó esa
litografía. Aunque el Gigante, el
gran globo de Nadar poco tuviera que ver con el de la caricatura, Gaspard-Felix
Tournachon, Nadar consiguió elevarse
por encima de las decenas y decenas de estudios fotográficos de París. No solo
realizó las primeras fotografías aéreas, las primeras fotografías con
iluminación artificial, las primeras fotografías eróticas o el primer reportaje
fotográfico, sino que retrató con minuciosidad una compleja sociedad de vital
comprensión para cualquier historiador, historiador del arte, filósofo, teórico
político, o incluso, amante de las artes escénicas.
Nadar elevando la fotografía a la altura del Arte (1869), por Honoré Daumier |
Pero
como la historia ha demostrado, Daumier también acertó en que, a partir de
Nadar, la fotografía iba alcanzar nuevos límites, y podría incorporarse, por fin,
al campo de estudio artístico. Este esfuerzo que comenzó con Nadar, se vería
continuado durante los siguientes siglos XIX y XX, y hoy en día, la fotografía
es una de las disciplinas artísticas más reconocidas, libre de los elitismos
que sufren muchas otras.
¿Por
qué elegí a Nadar? Tournachon es uno de los grandes hombres de la historia de
la fotografía, pero no es ni mucho menos el único. Además del abundante y
fácilmente accesible material, elegí un fotógrafo francés por dos razones:
Francia fue la cuna de la fotografía, así como el lugar natal de la gran
mayoría de movimientos artísticos importantes del siglo XIX. Aunque en esta
primera criba tuve que prescindir de los Pictorialistas Americanos, y de
figuras como William Fox Talbot, Lewis Caroll, Oscar Reijlander o Julia
Margaret Cameron, mucho más difícil fue decidirme entre Niépce, Daguerre, Le
Gray, Disdéri y Nadar.
Niépce
inventó la fotografía, sí, pero utilizó un sistema (la heliografía) que pronto
resultó caduco, todo lo contrario que Louis Daguerre, cuya invención del
daguerrotipo le confirió una gloria que sus fotografías nunca llegaron a
alcanzar. Gustave Le Gray realizó propuestas interesantes, pero quedó
brutalmente eclipsado por Disdéri y Nadar. La figura de Adolphe Disdéri
resultaba particularmente interesante: fotógrafo oficial de Francia, teórico
fotográfico y dueño del estudio más grande y productivo de París.
¿Qué
encontré en Nadar que no tuviera el anterior? Nunca alcanzó un cargo oficial,
ni escribió tratado alguno y estuvo muchas veces al borde de la quiebra. Sin
embargo, su eficaz sencillez compositiva, sus múltiples invenciones y
descubrimientos, su honradez y realismo fotográfico, y, sobre todo, su relación
con la bohemia parisina, hicieron que la figura de Gaspard-Felix Tournachon
resultara altamente irresistible.
En
este trabajo, que no es de carácter técnico (y pido disculpas anticipadas por
mis posibles errores), pretendo, como futura historiadora del arte, investigar
y situar al lector sobre la vida y obra de este ilustre personaje, así como la
apasionante sociedad en la que trabajó y sus aportaciones a un campo a menudo infravalorado.
“Quand même!”,
como solía decir él mismo.
Autorretratos girando (c. 1865), Nadar |
Esta es otra serie de artículos, adaptados de un trabajo de 2º de Carrera, cuando poco sabía de Sociedad y apenas nada de Fotografía. Pero creo que nunca recibió ni la atención ni la calificación que merecía, así que aquí lo pongo a disposición de a quién le pueda interesar, porque hay pocas páginas consistentes en español. Gracias por leer.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu buen trabajo. Y muchas gracias porque me ha servido de mucho tu información. Un saludo
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