miércoles, 14 de septiembre de 2011

La ópera de los tres reales I

A la que no me refiero como "de los tres peniques", porque no hablo solo de esta, una de las obras teatrales y musicales más famosas e influyentes de todo el siglo XX y, obviamente, de mis favoritas, La ópera de los Tres Peniques, con texto de Bertolt Brecht y música de Kurt Weill: aquí voy a referirme a la maravillosa puesta en escena, efectuada por el Centro Dramático Galego, el fin de semana pasado en el Teatro Principal de Zaragoza. No hablo ahora de la obra, que ya es sobradamente conocida.

Me alegro sobremanera de que no se respete el Londres victoriano original y se lleve a las Entreguerras.

Me quejo con demasiada frecuencia, pero últimamente parece que solo quepo en loas. Y cómo para no. Magnífica intepretación, inteligentísimo escenario, maravillosos cantantes y actores, y curiosísima y cuidadísima traducción ¡al gallego! de las letras de Brecht. Pero sobre todo, un Luis Tosar enorme (y que cantó con laringitis, pobrecillo), encarnando a un personaje maravilloso, y que tanto ha dado de sí. En internet solo hay un video, y no es muy bueno, pero disponible está en youtube ;) De infinita actualidad, y con detalles memorables como el de la visita papal ;)

Pero si tenemos que hablar de la obra, considerando lo que me encantan los temas de Alemania/Entreguerras/Teatro (y más si es musical)/Cabaret/Protesta social/Criminales y prostitutas, y sabiendo que esta es una de las obras cuyas canciones han sido más veces versionadas en toda la historia del Teatro Musical. Todo músico que se precie (y muchos que no), ha cantado alguna vez la Balada de Mackie el Cuchillo (que en español suele ser Mackie (el) Navaja): y muchos otros, han versionado La Canción del Soldado, la de Jenny la de los Piratas o la Canción de Salomón. Las versiones son dispares, con traducciones más o menos libres y/o diferentes, y en los más diferentes idiomas. Aquí, wikipedia les habla más a fondo del tema. Citas textuales, como la de "Primero el comer, y luego la moral" o el discurso final de Mackeath (con aquel "¿Qué delito es el robo de un banco comparado con el hecho de fundar uno?"), se repiten constantemente en los tiempos que corren.

Como rareza me quedo con Nina Hagen haciendo de la igualmente histriónica Celia Peachum, grabación que descubrí por casualidad en una tienda de Berlín ya hará unos años atrás.
Por supuesto, la obra ha inspirado infinidad de libros, películas (las dos del momento, la alemana y la francesa, ambas de Pabst, me parecieron desgracidamente aburridas), series (porque visteis la tele a principios de los 90, ¿verdad? ;) discos... pero si tengo que quedarme con uno, es con una de esas pequeñas joyas se deliciosísima concepción, y de más dificil escucha.
Los Tiger Lillies, uno de mis grupos favoritos de cabaret que en su propia web se definen como "El castrati criminal y su trio de acordeón de anárquica ópera callejera brechtiana" (nadie podría haberlo dicho mejor) publicaron en 2001 un disco inspirado en, esta nuestra obra favorita, "The Two Penny Opera" (el juego de palabras no debió costarles mucho pensarlo, no). Como muestra, un botón, el mejor botón posible para quien no conociese la obra y quiera ver su ambiente (y aquí confieso, que fue allá por 2007 cuando decidí leérmela yo, gracias a esta canción).

Pero sobre la obra, su concepción, su base, sus canciones, sus intérpretes, y todo lo demás, ya hablaremos por la mañana.

P. D. Me alegro por fin de que blogger tenga automáticamente un contador de visitas. Porque así me animo a escribir, sabiendo que alguien lee, que no comente nadie es desesperanzador.

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