martes, 20 de septiembre de 2011

¡Es mi hombre!


Aprovechando el estreno de la nueva temporada de Boardwalk Empire, y que para ello se ha grabado una nueva banda sonora (disponible aquí), voy a hablar de una de las canciones más famosas de la historia, que para la ocasión ha vuelto a grabar mi bien amada Regina Spektor.


My man, porque así cantó la bonita Fanny Brice, la versión anglófona de “Mon homme”, canción compuesta en tropel, por los letristas más prolíficos de su tiempo (les destaco a Albert Willemetz, hombre interesante donde los haya), para la superestrella Mistingett.

Con sombrero y jovencita, fotografiada por un viejísimo Nadar.
Picantona como pocas, y poseedora de las primeras piernas aseguradas del mundo (en medio millón de francos de la época, nada menos), Mistingett fue una de las mayores divas del mundo. Y es que lo tenía todo: belleza, sombreros, y se echó un novio mucho más joven que ella, Maurice Chevalier (que gracias a su intervención, ruegos al Rey mediante, se salvó de prisión, dato interesante), con el que cantaba y bailaba en los escenarios mejor pagados de París.
No es que ella inventase el Music Hall, pero probablemente lo convirtió en lo que reconocemos hoy.
A lo que íbamos. Letra bastante “sumisa” (y hoy muy criticada, que es su hombre aunque le quita dinero y la golpea), pero resulta que era muy suavecita para una mujer que (violetera en origen, como la canción) cantaba o cantaría que “él la había visto desnuda”, que “buscaba un millonario” o que “tenía flores de todo tipo, excepto una que no era para ti", y un tanto inmediato, porque al fin y al cabo es una especie de manual de la buena esposa. 1916 (hasta el 20 no se graba, pero la esencia esa), nada de sufragismo, ni flappers ni esas cosas que hoy nos gustan tanto. Corsés, sombreros, y decencia fingida en tiempos de guerra. Tengan muy en cuenta este último, pero ahora escuchen la canción.


¿Les suena verdad? Ahora entenderán porqué.

Pero volvamos al concepto de decencia bélica. La buena mujer, se queda en casa amando y respetando a su marido, que muy posiblemente esté fornicando en un burdel allá por la frontera, o muriendo agónicamente en las fronteras. Y por supuesto, la buena mujer no vota, ni bebe. ¿Y qué mejor canción para la prohibición? My Man, 1921, por Fanny Brice, ex chica Ziegfield (veáse la hipocresía del tema). Éxito inmedianto, casi tanto como la original.


¿Les sigue sonando? Por supuesto. Porque las buenas mujeres siempre hacen falta, y en España nadie entendía nada. Así que hubo una chica, que increíblemente alguna vez fue joven (y bastante guapa), Sara Montiel, a la que se encomienda la tarea, sin importar que su registro fuese completamente diferente. 1958, La Violetera (hehehe, curiosa historia que ya os contaré), España franquista. El tópico seguía sirviendo. La traducción es bastante fiel, así que si no tienen la suerte de entender inglés o francés, esta puede servirles. Disfruten, disfruten... que este, más que el último cuplé, fue de los primeros. =)




P.D. Versiones hay decenas, así que busquen hasta encontrar la que más le plazca...Edith Piaf, Billie Holiday, Peggy Lee, Glee (!!!!)

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