jueves, 18 de octubre de 2012

Queja (o la supuesta insoportable levedad)

Cada vez estoy más convencida de haber nacido en la generación equivocada. No hablo ahora de ese (falso) apego al pasado, que por una parte está cada vez más de moda, y que por otra, es la fundamentación de las cosas más diversas, entre las cuales se encuentra este blog. Ahora hablo del estudio, los estudios, y la edad. Por una parte, todas las semanas me encuentro con gente diciéndome que ellos a los 10 años ya trabajaban: hipérbole (aunque posible) aparte, ¿tengo yo culpa de la ilegalidad cometida con ello?

Pero luego están, los de que "yo con tu edad casi tenía el doctorado". Partiendo de que esto es MENTIRA, porque observando los vaivenes del sistema educativo español, el que fuera doctor con 23 años era un privilegiado (y seguramente, no solo mentalmente, sino que había contado con más de una "ayudita" institucional); por otra parte, si supieran ustedes los requisitos y deberes de los doctorandos en edad de prejubilación, seguramente les perderían el respeto. ¿Tésis hechas sobre 10 casos clínicos? Las he visto. ¿Tesis de 20 páginas? También. ¿Saben ese año que no se dieron cursos de doctorado de Historia en la Universidad se Zaragoza porque un profesor (muy querido, y eminencia merecida, no lo negaré) SE OLVIDÓ DE DARLOS? Otro día seguiremos con esto, pero vayamos a lo objetivo.

Algo que parecen ignorar mis maduros compañeros, padres, profesores y estanqueros doctorados (todo el mundo es más listo que tú, más trabajador y tiene más títulos que tu en este país), es que ahora se entra a la universidad el año en que se cumple los 18, y eso si has ido a año por curso; tal es mi caso- Me tocó estudiar una licenciatura, que como todas, ha durado 5 años (quise hacerla en 4 y si no hubiera sido por convalidaciones, lo hubiera podido lograr); viendo el percal, no me quejo. Con Bolonia, se eliminaron los cursos de doctorado y se sustituyeron por un master de investigación obligatorio más la matriculación de la tesis durante un máximo de 3 años (creo que son 4 prorrogables, pero ya veremos). La diferencia es, esencialmente económica, para variar: másteres que en una universidad pública te cuestan unos 3000 euros y que son "obligatorios" (tampoco es obligatorio estudiar una carrera, claro...aunque parezca que sí) más 500 euros cada año de matrícula de tesis. Porque sí, por existir. Menos mal que no voy a poder hacer la tesis en 15 años, como muchos de mis profesores...Es más, es posible que mi generación la acabe antes que algunos que nos han dado clase. Parece ser que para el año que viene, según ultimísimas noticias, vuelven a implementar "actividades de formación obligatorias" en los programas de doctorado. Ojo, que no me parece mal el concepto, pero que seguro conllevarán más aporte económico.

Así que siendo brillante, brillando cual supernova, uno no puede llegar a ser doctor antes de 27 o 28. Pues nada, arderé en el infierno por ser "tan vaga" de no serlo con 23. Tampoco se puede conseguir méritos para una plaza sin ser doctor, porque no se puede llegar a nada sin ser doctor. Esto, en España claro.

Todos nos reímos mucho y escandalizamos cuando a un (y a dos, y a tres) ministro alemán le descubren una tesis copiada, pero ¿cuántas tesis infumables (porque sí, 13 tomos son infumables: una cosa es la documentación y otra la síntesis, que es igualmente tu trabajo) e inéditas lo serán? Temblaría España, creedme.

Sinceramente, estoy cansada del "ustedes son ignorantes porque no han dado la carrera de Historia del Arte conjunta con Geografía e Historia". Parece ser que soy ignorante por nacer cuando nací. Está clarísimo que un geógrafo va a ser mejor geógrafo porque estudió numismática y paleografía, que un historiador dará lo mejor de sí tras dominar el action painting o que un historiador del arte (español) conociendo el caudal de los afluentes del Volga. Está clarísimo que dos años de especialización dan de sí mucho más que 5 (o 4 o los que querais poner). Claro que sí, campeones.

Se me acusa de no estudiar literatura, como si yo diseñase mis planes de estudios. Como por si no dar literatura (o no tener una asignatura para ello, más bien), te impidera leer, o te impidiera decirles a tus amigos de filología o de periodismo (casos concretos que espero que no ofendan) que ese libro que les han mandado en tercero de carrera es el peor de la producción de tal escritor. Como si el que no pagues por estudiar algo te vetase de la cultura. Se me acusa de no estudiar historia (además, en falso, porque la libre elección está para algo), cuando esta nuestra carrera es de las pocas que estudian historia, de la prehistoria hasta tiempos recientes de cosas tan importantes como América o el Lejano Oriente. Y así podríamos seguir, y no parar. ¿Acuso yo a los historiadores de no conocer 400 pintores impresionistas? O mejor, ¿de olvidarse de un efímero papa de la pornocracia? ¿De cometer errores sobre las dinastías de Siam?

Yo me he llevado gritos por no saberme, de buenas a primeras (no para examen, vaya), los años exactos del reinado de Constantino VII Porfirogéneta, o por no haber estado en Rusia (claro, lo deseas y automáticamente te teletransportas...). Un doctor (que por mucho que quiso, no pudo ser catedrático) que hablaba con incoherencias gramaticales y, lo que es mucho más divertido, publicaba con faltas de ortografía nos acusó de no haber estudiado paleografía. ¿Le acusé yo de no saber utilizar un Power Point? Espero que hayan pensado que no. Quizás habría que habérselo dicho a la misma señora que manda a sus alumnas a fregar, diciéndoles que si trabajan no deberían estar en la universidad...Una pena que gracias a esos trabajadores que se dejan el sueldo en la matrícula muchos de estos que se quejan tengan trabajos, oye.

Pero esto no es una queja sobre los historiadores, ni mucho menos: es una queja institucional. 

Dicho esto, retomo de nuevo (oficialmente) el blog, agraviada porque 
1) No es de recibo escribir algo malo
2) No es de recibo escribir cosas ya sabidas, pero...
3) No es de recibo investigar, porque si investigo y publico, ya no será inédito, y como esto es un blog divulgativo habré perdido una valiosa oportunidad.
4) Fiesta, que fantástica fantástica es la fiesta, esta fiesta con amigos y sin ti (algo que tiene muchas lecturas académicas). No tengo nada más que decir.