jueves, 19 de mayo de 2011

Rossini y el autoplagio

¿Tiene que ser necesariamente material nuevo lo que se publique aquí? En al menos seis años de foros y blogs, y cuatro de carrera, creo que he escrito algunas cosas entretenidas de leer. El asunto es que me parece un poco vago, y aunque todos lo hacemos, voy a intentar justificarnos con un argumento de autoridad, admitiéndolo desde el principio y procurando que no suene a vaga excusa post-moderna.




¿Conocen todos la celebérrima obertura de El Barbero de Sevilla, de Rossini, verdad? Espero que también conozcan esta maravillosa y ya muy celebrada versión, con magnífica letra tanto en inglés como en español. Ahí lo dejo.

Gioachino Rossini, uno de mis compositores favoritos, estrena en 1816, con gran éxito, El Barbero de Sevilla, su ópera buffa más famosa y que hizo reír al mismísimo Beethoven. No era su primera ópera. Por ejemplo, un año antes, en 1815, había estrenado Elisabetta, regina d'Inghilterra, en la que conoció a su futura mujer. La ópera empezaba de la siguiente manera.


Anda, qué casualidad. Pero la casualidad mayor es que la pieza venía de una de sus primeras óperas, una ópera seria llamada Aureliano in Palmira, que estrenó en 1813 sin mucho éxito, y que empezaba tal que así (más o menos, youtube no tiene otra cosa).


Y eso que se supone que la obertura es el resumen de la obra (y que por ello, se suele componer al final), que además aquí tienen tramas completamente diferentes. Rossini escribió una de sus piezas más famosas siendo más joven que yo, y le dio fama unos años más tarde.

Joaquinito jovenzano.

Si Rossini puede, yo también.  Mejor repetir que aburrir, ¿no?

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